Desde la fabricación hasta la disposición final de un celular significa un factor contaminante para el medio ambiente. Jorge Zegarra Reategui denuncia el factor contaminante que significa este artefacto.
Los teléfonos celulares se han convertido en una herramienta indispensable en la vida moderna, alcanzando una popularidad sin precedentes. Según datos recientes, más del 67% de la población mundial utiliza un teléfono móvil, lo que equivale a aproximadamente 5.300 millones de personas.
Su versatilidad, que permite desde realizar llamadas y enviar mensajes hasta acceder a internet, redes sociales y aplicaciones diversas, ha impulsado su adopción en todas las regiones del planeta. Además, su accesibilidad económica y los avances tecnológicos han hecho que incluso las zonas rurales y en desarrollo tengan un crecimiento significativo en el uso de estos dispositivos, consolidándolos como un elemento clave en la comunicación y la conectividad global.
Sin embargo, un celular puede convertirse en un importante contaminante ambiental debido a la complejidad de sus materiales y al manejo inadecuado al final de su vida útil. Estos dispositivos contienen metales pesados como plomo, mercurio y cadmio, así como compuestos químicos tóxicos.
Celular: ¿Un dispositivo que no beneficia al medio ambiente?
Según entidades internacionales dedicados al cuidado del medio ambiente, cada año se generan alrededor de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos en todo el mundo, una cantidad impactante que refleja la veloz obsolescencia de los dispositivos tecnológicos, como los teléfonos celulares, ampliamente utilizados en la sociedad. De esta cantidad, solo el 20% fue reciclado de manera adecuada, lo que implica que cerca del 80% restante, es decir, aproximadamente 38,8 millones de toneladas, termina en vertederos o es gestionado de manera inadecuada.
Por otro lado, la producción de nuevos dispositivos contribuye al impacto ambiental a través de la extracción intensiva de minerales como el litio y el cobalto, que causa deforestación y emisiones de gases de efecto invernadero. Esto convierte a los celulares en una amenaza tanto para los ecosistemas como para la salud humana si no se adoptan prácticas responsables de gestión y reciclaje.
Jorge Zegarra Reategui denuncia su impacto como residuo electrónico
Según el gestor de energías renovables y preservación del medio ambiente, Jorge Zegarra Reategui, compartió durante una ponencia su experiencia sobre la gestión de los residuos sólidos. Comentó que la disposición final de todo tipo de residuos, incluyendo los celulares, es algo imposible de ignorar. Dentro de su denuncia ambiental por los efectos irreversibles referentes al cambio climático, pudo compartir que un solo celular es capaz de generar varios gases contaminantes, especialmente si se trata de un dispositivo que no se recicla adecuadamente y termina en un botadero.
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